Incluso la mejor guitarra del mundo pierde rendimiento si no está perfectamente ajustada. La humedad, los cambios de temperatura, el tiempo o simplemente el uso regular pueden afectar su estabilidad, facilidad de ejecución o precisión de afinación. Un buen ajuste no solo transforma tu experiencia al tocar, sino que también prolonga la vida útil del instrumento.

Aquí están los cinco signos de advertencia a los que debes prestar atención: si los notas, probablemente sea hora de que un profesional ajuste tu guitarra.

  1. Tus cuerdas zumban o algunas notas ya no suenan

¿Un “zumbido” metálico en ciertos trastes, notas apagadas o notas que no suenan en absoluto? Estos síntomas a menudo indican un problema de relieve del mástil (alma mal ajustada), una acción demasiado baja o trastes desgastados o desiguales.

Un buen ajuste consiste en ajustar con precisión la curvatura del mástil, la altura de la selleta y el nivelado de los trastes para garantizar una ejecución limpia, suave y silenciosa en todo el mástil.

  1. Constantemente reafinadas tu guitarra

Si tu guitarra se desafina con frecuencia, incluso después de un cambio de cuerdas adecuado, la causa puede ser:

  • Una cejuela mal ajustada o seca que atasca las cuerdas,

  • Un ángulo de pala insuficiente,

  • Un puente inestable o mal lubricado,

  • O un mástil bajo tensión debido a las variaciones climáticas.

Un ajuste profesional revisa todos estos puntos y garantiza una estabilidad de afinación duradera, esencial tanto en el escenario como en el estudio.

  1. Tus notas están desafinadas en la parte superior del mástil

¿Estás perfectamente afinado en las cuerdas al aire, pero tan pronto como subes por el mástil, todo suena mal? Este es un problema de entonación. Cada cuerda debe calibrarse para que las notas en los trastes coincidan exactamente con el tono esperado.

Ajustar la entonación significa afinar la longitud de cada cuerda en el puente de acuerdo con su calibre y la geometría del mástil. Sin esto, incluso las mejores pastillas no pueden compensar una mala precisión de afinación.

  1. Tu guitarra es agotadora de tocar

Un instrumento que “tira” demasiado de tus dedos, requiere un esfuerzo excesivo para cada bending o te agota en minutos no es un buen compañero de interpretación. Pero esto no significa que la guitarra sea mala, simplemente puede que no esté bien ajustada para ti.

Un buen luthier adaptará la acción, el radio, el calibre de las cuerdas e incluso el ajuste del alma a tu estilo de interpretación y preferencias personales, para una comodidad de ejecución personalizada.

  1. Chasquidos o cortes de señal

Los problemas electrónicos pueden pasar desapercibidos, pero se acumulan rápidamente: potenciómetros que rascan, pastillas débiles, jack inestable, soldaduras secas, oxidación... Estos problemas pueden degradar tu sonido o provocar cortes durante la interpretación.

Una inspección completa del circuito, la limpieza de los componentes y la revisión de las conexiones garantizan una señal limpia y fiable, lista para soportar las exigencias del escenario o del estudio.

Conclusión: La puesta a punto es el mantenimiento del rendimiento

Al igual que un coche deportivo o un instrumento de precisión, una guitarra necesita un mantenimiento regular para rendir al máximo. Tocarás mejor, te cansarás menos y tu instrumento responderá con fidelidad y precisión.

En Belforti Instruments, aplicamos el mismo rigor tanto a los ajustes como a la fabricación de nuestros instrumentos: cuidado, precisión, atención y un profundo conocimiento de cada músico.
Usted merece algo más que un ajuste estándar: merece un ajuste personalizado.

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