El Kintsugi es una técnica de reparación tradicional japonesa que se dice que apareció alrededor del siglo XV. Forma parte del arte de la laca, que los artesanos japoneses han dominado a lo largo de los siglos, y es famoso sobre todo por su uso en la reparación de cerámica.
Su objetivo principal es reparar objetos de cerámica rotos o resaltar las imperfecciones naturales de los objetos de madera. Mientras que la mayoría de las técnicas de reparación pretenden ocultar perfectamente la zona dañada, la filosofía del Kintsugi consiste en aceptar los defectos del objeto dañado en lugar de ocultarlos. Tiene en cuenta el pasado del objeto, su historia y, por tanto, cualquier accidente que haya podido sufrir.
La rotura de una cerámica ya no significa su fin o su eliminación, sino una renovación, el comienzo de otro ciclo y una continuidad en su uso. Por lo tanto, no se trata de ocultar las reparaciones, sino de resaltarlas.
El Kintsugi se considera a menudo una metáfora de la forma en que debemos afrontar la vida y la idea de que nuestras experiencias y dificultades pueden hacernos más fuertes y bellos. En lugar de tratar de encubrir o descartar nuestros defectos, el kintsugi nos enseña a acogerlos como catalizadores del cambio y la mejora.
El proceso de kintsugi consiste en reparar cuidadosamente las piezas rotas de cerámica, utilizando una laca especial llamada Urushi, que se extrae de un árbol endémico de las islas japonesas, y el metal precioso de elección. El artículo reparado se pule y se termina para crear un artículo único que está impregnado de la historia y la personalidad de su pasado.
En los últimos años, el kintsugi se ha hecho más conocido como método de reparación y restauración en diversos contextos y como forma de apreciar los defectos y la individualidad de un objeto. Ya sea para reparar un jarrón roto o muebles de madera, el kintsugi es un poderoso recordatorio de la resistencia y la belleza que se pueden encontrar en las grietas e imperfecciones de la vida.
Aquí en Belforti Instruments, empezamos a usar Kintsugi por muchas razones, la principal es una admiración a largo plazo por las delicadas artes japonesas. La forma en que usamos Kintsugi es un poco diferente a como se pretendía originalmente, y somos profundamente conscientes de que probablemente no sería reconocido como tal por los propios maestros. Pero no vamos a romper o agrietar intencionalmente nuestras preciosas maderas tonales para repararlas de esta manera, ¿verdad?
Utilizamos este método principalmente por su aspecto decorativo, utilizando al mismo tiempo todos los materiales originales y de origen, desde la laca hasta los polvos metálicos y los cepillos de pelo de mujer (ninguna dama ha sufrido daños durante este proceso). Intentamos mantenernos lo más fieles posible al concepto original, pero lo modificamos un poco para que se adapte mejor a nuestras limitaciones de construcción de guitarras.
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